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5 años después: El coordinador de Urgencias del CHUS revive la lucha contra el COVID en Santiago

today12 marzo, 2025

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Santiago de Compostela, 12 de marzo de 2025– Han pasado cinco años desde que el COVID-19 irrumpió en nuestras vidas, transformándolo todo y dejando una huella imborrable en la sociedad. En el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), la batalla contra el virus fue dura y sin descanso. El Dr. Plácido Mayán, responsable del área de urgencias, revive aquellos días de colapso sanitario, angustia e incertidumbre en una entrevista para Radio Líder Santiago.

«Lo más impactante era la incertidumbre. No sabíamos qué iba a pasar», confiesa el doctor. La pandemia golpeó con una virulencia inesperada y convirtió los hospitales en trincheras donde los sanitarios tuvieron que aprender sobre la marcha. «Veíamos lo que estaba ocurriendo en Italia y en Madrid, y sabíamos que en cualquier momento nos iba a tocar a nosotros», recuerda.

El inicio de la pandemia estuvo marcado por la falta de recursos, un problema que puso en jaque al sistema sanitario. «No es que no tuviéramos material, es que lo que había era insuficiente para la magnitud del problema», explica Mayán. «El stock de equipos de protección se agotó en cuestión de días y tuvimos que salir a buscar material donde fuera».

En ese contexto, la solidaridad jugó un papel clave. «Muchas empresas nos donaron material, incluso fabricaron barreras de metacrilato para que los médicos pudieran trabajar con más seguridad», recuerda. «Fue una época durísima, pero también hermosa en cuanto a la colaboración y al compromiso de toda la sociedad».

Sin embargo, las condiciones en las que trabajaban los sanitarios eran extremas. «Dormíamos poco, cada día nos enfrentábamos a algo nuevo, y la incertidumbre era constante», afirma. «Era como un accidente con múltiples víctimas… pero todos los días».

El miedo al contagio llevó a muchos sanitarios a alejarse de sus seres queridos. «No sabíamos hasta qué punto podíamos ser un riesgo para nuestras familias», señala Mayán. «La mayoría no íbamos a casa. Yo pasé prácticamente todo el confinamiento en un hotel».

La carga emocional también fue abrumadora. «Nos tocó ver a muchas personas morir solas, sin sus familias cerca. Esa fue una de las partes más duras de la pandemia», lamenta el doctor.

A pesar de las dificultades, destaca el compromiso de sus compañeros: «Todo el mundo estaba dispuesto a ayudar, a hacer lo que hiciera falta. Era agotador, pero sabíamos que no había otra opción».

El Dr. Mayán también reflexionó sobre la llegada de las vacunas, un hito que marcó el principio del fin de la pandemia. «Siempre se dice que el desarrollo de una vacuna lleva muchos años, pero la ciencia demostró que, cuando se ponen los medios, se pueden hacer cosas extraordinarias en tiempo récord», afirma.

Sin embargo, lamenta que la memoria de la sociedad sea corta. «Nos prometimos salir de esto siendo mejores personas, pero lo cierto es que olvidamos demasiado rápido», advierte.

Cinco años después, Mayán subraya la importancia de no bajar la guardia. «Tenemos un sistema sanitario con grandes profesionales, pero no podemos permitir que vuelva a pasar lo mismo. Hay que invertir en sanidad antes de que llegue la próxima crisis», advierte.

La pandemia dejó muchas lecciones, pero para el doctor Mayán, hay una que debería quedar grabada en la memoria colectiva: «La salud es lo más importante, y no podemos dar por sentado que siempre estará garantizada».

La entrevista completa, en el siguiente enlace.

Escrito por Líder Redacción

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