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De la asfixia al ahorro: el restaurante que redujo 20.000€ al año en luz gracias a Ojo al Vatio

today21 octubre, 2025

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La historia real de cómo un negocio de hostelería gallego destapó errores en su factura energética y transformó su viabilidad con la ayuda de una asesoría local

Redacción, 22 de octubre de 2025.-  En tiempos donde los costes energéticos ahogan a pymes y autónomos, aún hay historias que iluminan el camino hacia soluciones eficaces, honestas y reales. Una de ellas es la vivida por Pepe Abelleira, propietario del emblemático Restaurante Casa Abelleira en Brión, que encontró en la asesoría energética Ojo al Vatio mucho más que un simple comparador de tarifas: encontró una tabla de salvación económica.

“En solo nueve días nos facturaron más de 7.000 euros. Pregunté a la compañía y me dijeron que era lectura real. Mentira. Era estimada”, denuncia Abelleira, que acudió a la radio para contar su experiencia en primera persona.

El escándalo no era menor. Las facturas energéticas del restaurante se habían disparado sin justificación. Un consumo disparatado atribuible a errores de estimación por parte de la comercializadora energética, que pasaron por “lectura real” sin inspección alguna. Fue entonces cuando un amigo le recomendó contactar con Fernando Blanco, CEO de Ojo al Vatio.

“Yo fui a ver la factura y ya supe que algo no cuadraba. Grabamos el contador, comparamos las lecturas y demostramos que estaban cobrando de más. Reclamamos, y acabaron devolviendo dinero”, explicó Blanco en la entrevista.

Más que una consultora: reclamaciones, seguimiento y transparencia

A diferencia de otras empresas, Ojo al Vatio no cobra nada al cliente final. Su modelo de negocio se basa en comisiones por parte de las comercializadoras, pero el asesoramiento es totalmente gratuito para negocios o particulares.

“Trabajamos a éxito. Buscamos la mejor tarifa según el perfil de consumo, gestionamos el papeleo, y si hay reclamaciones pendientes, las tramitamos también”, explicó Blanco. “Incluso contamos con abogados especializados en energía que llevan casos más complejos.”

El caso de Casa Abelleira se volvió paradigmático. No solo lograron rebajar drásticamente el precio del suministro eléctrico y del gas, sino que también se reclamó una estimación errónea del año 2021, por la cual la compañía había facturado como si se hubiese consumido en un mes la electricidad de un año completo.

“Solo por ese error, ya nos han devuelto 5.900 euros. Y seguimos peleando más”, cuenta Fernando. “Vimos el patrón, lo detectamos en el histórico de consumo y fuimos a por ello”.

Una factura de 7.000€, una voz de alarma

“Cuando me llegó aquella factura, pensé que era un error puntual. Pero me dijeron que era consumo real. ¿Y por qué no hacen una inspección si salto de pagar 1.000 euros a 7.000? Si fuese al revés, seguro que me la hacían”, recordó con ironía Abelleira.

Durante la entrevista, el empresario gallego detalló con claridad cómo su negocio familiar, con 23 años de trayectoria, no podía seguir soportando esa incertidumbre y presión económica.

“Nosotros nos dedicamos a dar buena carne y buen pescado, no a estar revisando facturas. Para eso necesitamos personas como Fernando. Delegamos en él, y ganamos en tranquilidad.”

El resultado: un ahorro estimado de casi 20.000 euros al año en suministros energéticos. Una cantidad que, para un restaurante de tamaño medio, marca la diferencia entre la rentabilidad o el cierre.

Un modelo transparente en un sector plagado de letra pequeña

Uno de los puntos más valorados por el empresario fue la transparencia total del proceso.

“Aquí no hay letra pequeña. Ojo al Vatio te explica todo desde el principio. Incluso lo que otras compañías esconden, ellos te lo ponen delante”, recalcó.

Pepe Abelleira lo tiene claro: “Desde que estoy con ellos, confío plenamente. Me llaman cada poco para informarme, para revisar tarifas, para optimizar… Y no pago ni un céntimo por ese servicio”.

“La pregunta que más me hacen es: ¿y este hombre de qué vive? Pues las compañías le pagan. Pero a nosotros nos sale gratis. Es raro, sí, pero funciona”, bromea entre risas.

Incluso su personal ha confiado en el servicio: su encargada, Andrea, también trasladó su contrato particular de suministro a través de Ojo al Vatio tras ver los resultados en el restaurante.

Más allá del presente: recuperar el pasado y anticipar el futuro

Uno de los aspectos más sorprendentes de esta asesoría es su capacidad para auditar consumos pasados y detectar errores históricos que aún pueden ser reclamados legalmente.

“Vimos que en agosto de 2021 le imputaron en una sola factura un consumo desproporcionado. Estimamos, reclamamos, y ya ha recuperado una parte. Vamos a por el resto. Esto no es solo mirar hacia adelante. También se puede mirar hacia atrás”, señaló Blanco.

El modelo de Ojo al Vatio se consolida así como una herramienta integral, que no solo compara tarifas, sino que acompaña, gestiona y protege al consumidor, especialmente a aquellos pequeños negocios que no tienen ni tiempo ni recursos para enfrentarse a las grandes compañías energéticas.

Escrito por Líder Redacción

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