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Jesús Gómez-Trigo, psiquiatra: «La salud mental pública está abandonada»

today14 julio, 2025

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Videojuegos, redes sociales y la normalización del alcohol entre adolescentes y adultos centran la preocupación del psiquiatra compostelano, que denuncia la precariedad del sistema público de salud mental.

Redacción, 14 de julio de 2025.- La salud mental ha pasado en pocos años del tabú al centro del debate público. Pero más allá de los titulares, el día a día de los profesionales sanitarios revela un panorama todavía gris, lleno de lagunas y precariedad. Así lo explicó el psiquiatra Jesús Gómez-Trigo, invitado esta semana a Radio Líder Santiago, donde compartió con Álvaro Veiga una charla franca y reveladora sobre los nuevos retos de la salud mental, especialmente entre los más jóvenes.

Raro es que una semana no tengamos dos primeras consultas de adolescentes con problemas de adicción a videojuegos”, afirma. En su unidad de tratamiento de adicciones del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, tradicionalmente orientada a casos de alcoholismo en adultos de entre 40 y 50 años, empiezan a multiplicarse las consultas por adicciones sin sustancia: juegos online, redes sociales, teléfonos móviles. “Muchos chavales están pasando las madrugadas enteras en TikTok o Instagram, y no llegan a la consulta. Lo más preocupante es lo que no vemos”.

Jesús no disimula su inquietud: “El uso de pantallas en menores está fuera de control. Se habla mucho de salud mental, pero no se está legislando al respecto. Un chaval no puede comprar alcohol hasta los 18, pero sí tener un móvil con 10 años. Eso no tiene sentido”. Para él, una ley clara que regule la edad mínima de acceso a dispositivos electrónicos sería un apoyo imprescindible para las familias. “Es un escudo para los padres. Podrían decir: no es que no quiera comprártelo, es que no se puede por ley”.

La responsabilidad, insiste, no es solo de los jóvenes. “Les pedimos a nuestros hijos que no usen el móvil por la noche mientras nosotros seguimos enganchados en la cama”, comenta. “Un niño aprende a leer si ve a sus padres leer. Aprende a hablar escuchando. Pero también normaliza el uso del teléfono si nos ve constantemente con él en la mano”.

Sobre el alcohol, Gómez Trigo denuncia la normalización excesiva en nuestra cultura social. “En nuestra sociedad, el que no bebe es el raro. Pero nadie sabe si tiene predisposición genética a desarrollar dependencia. Solo se descubre cuando ya es tarde”. Recuerda que muchas adicciones comienzan de forma aparentemente inocente: “Una cosa es que te guste la cerveza, y otra muy distinta es que la necesites para pasar el día”.

El problema, según el psiquiatra, es estructural. “La salud mental pública está abandonada. Hay citas de psicología cada cinco meses. Eso no sirve absolutamente para nada”. En su experiencia, la carga asistencial es tan alta que muchas veces los profesionales apenas tienen 10 o 15 minutos por paciente. “Imagínate que alguien empieza a hablar de ideas suicidas, y tú estás mirando el reloj porque tienes a tres personas más esperando. No se puede trabajar así”.

Tampoco se cubren bajas ni jubilaciones de psiquiatras y psicólogos. “Estamos poniendo parches en lugar de construir programas de intervención sólidos. No hay inversión. No hay recursos”, afirma con frustración. Frente a comunidades con mejores estructuras como Madrid, Barcelona o Euskadi, Gómez-Trigo lamenta que Galicia se esté quedando atrás.

Aun así, insiste en el papel fundamental de la familia como primera línea de contención. “Muchas veces el primer paso no es el psiquiatra. Es un hermano, un amigo, alguien de confianza. Esa conversación puede marcar la diferencia”. En el caso de adolescentes, reconoce que la mayoría no acuden voluntariamente: “Llegan empujados por los padres, y eso complica todo aún más”.

Sobre los padres, lanza una advertencia clara: “Si vienes a consulta y te digo que hay que retirar el móvil, no puedes decirme que eso no es posible porque tu hijo se enfada. Entonces no estamos haciendo nada”. Añade con rotundidad: “¿Quién paga el teléfono? ¿La luz? ¿El terminal? Pues quien lo paga tiene derecho a retirarlo si hay un problema”.

La entrevista también abordó el impacto de los testimonios públicos sobre salud mental, como los de personajes famosos. Gómez-Trigo los valora positivamente, aunque matiza: “Ayudan a normalizar, pero a veces también se comercializa con ello. Hay gente que saca beneficio del drama”. Sin embargo, cree que hablar del suicidio abiertamente y con cuidado puede salvar vidas. “El silencio no protege. El apoyo sí”.

Para terminar, deja una idea sencilla pero poderosa: “Yo no voy a solucionar tus problemas. Lo que haré es ayudarte a verlos desde otro ángulo. Y desde ahí, empezar a caminar”.

Escrito por Líder Redacción

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