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«Teo y Ames seguirán el camino de Conxo y acabarán anexionados a Santiago»

today5 mayo, 2025

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En un rincón de la historia gallega silenciada durante décadas, resurge la voz de Conxo. La Asociación Amigos de Conxo, con sus autores Juan José Lema y Alberto Vilariño al frente, ha publicado In Memoriam 100. Concello de Conxo, una obra que conmemora el centenario de la anexión de este concello independiente a Santiago de Compostela en 1925. Un siglo más tarde, su historia, olvidada por muchos, se presenta como espejo del pasado… y quizá como anticipo del futuro.

«Este es el pistoletazo final», afirma Alberto Vilariño, uno de los autores, al explicar que esta publicación cierra una etapa de 27 años de investigaciones, recopilación de archivos y divulgación desde la asociación. «Ya es la quinta publicación que hacemos», añade, dejando claro que el libro es la culminación de un largo camino de rescate identitario.

Conxo: un concello más grande que Santiago

A principios del siglo XX, Conxo era un concello extenso y con vida propia. «Conxo tenía 73 kilómetros cuadrados y ocho parroquias, era mucho más grande que Santiago, que tenía apenas 34 kilómetros cuadrados y una parroquia rural», detalla Juan José Lema. Con una población de unos 8.100 habitantes, frente a los 15.000 de Santiago, la ciudad compostelana estaba entonces rodeada en forma de herradura por Conxo e Infesta.

El libro se adentra en ese contexto para explicar cómo y por qué se produjo la anexión. Fue una operación compleja, llena de intereses económicos, presiones políticas y decisiones tomadas a espaldas de buena parte de la población. «Mi antepasado fue un alcalde traidor», afirma Lema sin rodeos, refiriéndose a que mientras públicamente defendía la ubicación de la estación de ferrocarril en Conxo, en privado negociaba la integración con Santiago.

La anexión: entre intereses y olvido

El ferrocarril fue, paradójicamente, una de las causas de la desaparición del concello. La ubicación de la estación en Cornes favoreció a Santiago y aceleró la absorción de Conxo. Aunque hubo alegaciones y protestas, el proceso avanzó con rapidez. «Los partidarios del NO presentaron una instancia firmada por personas ilustradas, pero la ley no daba opción a que fueran vinculantes», explican los autores.

En el libro se retrata con detalle el sentir de la población y la pérdida de identidad que supuso la anexión. La parroquia de Villestro, por ejemplo, fue de las más activas en solicitar la integración, sintiéndose olvidada por Conxo. «Lo que no sabían es que Santiago les iba a olvidar todavía más», reflexiona Vilariño. A día de hoy, muchas parroquias que pertenecieron al antiguo concello siguen arrastrando ese olvido institucional: O Eixo, Marrozos, Santa Lucía o Bando figuran entre las más marginadas.

Una identidad borrada… y recuperada

La obra incluye un capítulo titulado «Identidades Perdidas», escrito por Vilariño, que relata cómo un grupo de jóvenes comenzó en 1998 a reivindicar el pasado de Conxo a través de la comisión de fiestas locales. De ahí surgió la Asociación Amigos de Conxo. «Veíamos cómo otros antiguos concellos como Carril o Pontecesures mantenían viva su identidad. Eso nos dio fuerza para hacer lo mismo aquí», recuerda.

La lucha fue silenciosa, sin subvenciones, ni grandes apoyos institucionales. «Todo esto lo hemos hecho sin un solo logo, sin financiación pública, molestando a unos y a otros, pero con total libertad», dicen con orgullo. La edición del libro, incluso, se hizo en castellano por respeto a su público objetivo: “Nuestros lectores son mayores, gallego hablantes que no leen en gallego”.

El futuro: ¿más fusiones a la vista?

Pero In Memoriam 100 no es solo un viaje al pasado. También es un vaticinio. A lo largo de la entrevista, ambos autores alertan sobre la posibilidad de nuevas fusiones municipales en Galicia. «A corto o medio plazo, a otros les tocará lo mismo que a nosotros hace cien años», aseguran. Y apuntan directamente a dos nombres: Ames y Teo.

«Somos separatistas de corazón y fusionistas de cabeza», dice Vilariño, en una frase que resume la tensión entre identidad y pragmatismo administrativo. “No vamos a ser nosotros los únicos sacrificados por la cohesión del territorio”. Según los autores, la configuración actual de los concellos gallegos —heredada de 1835— está anquilosada en otra era. “Era cuando se viajaba a caballo”, ironizan.

La posibilidad legal de desanexión o segregación de parroquias existe, pero es casi imposible en la práctica. “Solo conocemos tres casos en España. El único comparable al nuestro fue el de Erandio, en Bilbao”, señala Lema. Frente a ello, la fusión aparece como un destino más probable. «Teo y Ames están ahí, en la diana», advierte.

Banquete de memoria

La presentación oficial del libro se celebrará el 24 de mayo, en el marco del Banquete de Conxo, un evento que evoca la tradición y espíritu liberal que siempre distinguió al sur compostelano. “Santiago en aquella época era una ciudad muy clerical. En Conxo siempre hubo más transigencia y libertad”, recuerdan.

Así, In Memoriam 100 no es solo un homenaje al pasado, sino también una herramienta de reflexión sobre el presente y el futuro de la organización territorial en Galicia. Una historia de pérdida, pero también de resistencia. Y de memoria rescatada.

Escrito por Líder Redacción

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