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Se cumplen 21 años de la catástrofe del Prestige

today13 noviembre, 2023

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  • La catástrofe del buque Prestige provocó las mayores movilizaciones de la historia de Galicia al grito de ‘Nunca Máis’

Santiago de Compostela, 13 de noviembre de 2023.- El 13 de noviembre de 2002 se produjo uno de los mayores desastres ecológicos de la historia de España y del mundo. El petrolero monocasco Prestige,  con bandera de Bahamas, sufrió una avería cuando navegaba a 50 kilómetros de la costa de Finisterre y empezó a derramar parte de las 77.000 toneladas de fuel que transportaba. El buque se partió en dos tras seis días a la deriva y liberó al mar unas 63.000 toneladas de fuel, que afectaron gravemente al litoral gallego y a parte de Francia y Portugal.

Hoy, 21 años después, Galicia recuerda aquel episodio que marcó un antes y un después en nuestra historia. Diversas organizaciones sociales y ecologistas han convocado actos de homenaje y protesta para exigir justicia y reparación por los daños causados al medio ambiente y a las personas que dependen de él. También para reclamar medidas de prevención y control del tráfico marítimo, que sigue suponiendo un riesgo para las costas gallegas.

El desastre del Prestige no solo supuso un impacto ecológico, sino también social y económico. Según varias fuentes especializadas en este tipo de incidentes, limpiar el vertido y sellar el Prestige costó 12.000 millones de dólares, lo que lo convierte en el tercer accidente más caro de la historia, por detrás de la desintegración del Columbia y el accidente nuclear de Chernóbil. Además miles de personas, sobre todo del sector pesquero y marisquero, se vieron afectadas por la contaminación de las aguas y los recursos marinos. Muchas de ellas participaron en las labores de limpieza de forma voluntaria, formando la llamada “marea blanca” que se enfrentó al fuel con sus propias manos.

Se estima que el chapapote tiñó de negro más de 450.000 metros cuadrados de tierra, y que hubo 200.000 aves muertas además de varias numerosas especies marinas.

El impacto medioambiental, social y económico fue grave, y el malestar se vio agravado por la desastrosa gestión política de la época, dando lugar a uno de los movimientos sociales y medioambientales más contundentes que se recuerdan, con millones de ciudadanos que se echaron a la calle para clamar «nunca máis».

El juicio por el caso Prestige se celebró entre octubre de 2012 y julio de 2013, y concluyó con la absolución de los tres acusados: el capitán del buque, el jefe de máquinas y el exdirector general de la Marina Mercante. La sentencia fue recurrida ante el Tribunal Supremo, que en enero de 2016 condenó al capitán a dos años de prisión por un delito de daños al medio ambiente, pero le eximió de entrar en la cárcel por su avanzada edad. El Supremo también fijó una indemnización de 1.573 millones de euros, de los que solo se han pagado unos 300 millones por parte del Fondo Internacional de Indemnización de Daños debidos a la Contaminación por Hidrocarburos (FIDAC).

Los afectados por el Prestige siguen reclamando el pago íntegro de la indemnización, así como el reconocimiento de su labor y el apoyo a sus actividades. También piden que se extraiga el fuel que aún queda en los restos del buque, que se hundieron a unos 3.500 metros de profundidad, y que se vigile el estado de los pecios para evitar posibles fugas.

El aniversario del Prestige es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de proteger nuestros mares y océanos, que son fuente de vida y riqueza, pero también de fragilidad y vulnerabilidad. La memoria del Prestige nos recuerda que debemos actuar con responsabilidad y solidaridad para evitar que se repitan tragedias como esta.

Escrito por Líder Redacción

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