VIDEO | Los cuatro ediles expulsados del PSOE valoran acudir a la Justicia

Milas Castro, Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón y Marta Álvarez durante la rueda de prensa

La crisis interna en el PSOE de Santiago de Compostela ha alcanzado su punto álgido con la expulsión de cuatro concejales del grupo municipal socialista. En una rueda de prensa convocada este martes, los ediles afectados denunciaron lo que consideran un proceso arbitrario y dirigido exclusivamente a apartarlos del partido.

Los concejales, encabezados por Gonzalo Muíños, criticaron duramente la actuación de la dirección local y provincial del PSOE, a quienes acusaron de presionarlos para que renunciaran a sus actas con el fin de facilitar la entrada en la corporación municipal del secretario local del partido, Aítor Bouza.

«Damos la cara, no nos escondemos»

Durante la comparecencia, los expulsados defendieron la legalidad de su actuación y rechazaron cualquier acusación de indisciplina. «Hemos actuado con responsabilidad y con compromiso con nuestros electores. Siempre hemos dado la cara, sin filtraciones ni maniobras ocultas», señalaron.

Según explicaron, la expulsión se produjo tras su negativa a participar en una reunión del grupo municipal que calificaron como «nula de pleno derecho», ya que no fue convocada por el portavoz legítimo, Gonzalo Muíños. «Nos quieren fuera, pero no porque hayamos incumplido normas, sino porque somos un obstáculo para los planes de la dirección del partido», afirmaron.

Un proceso disciplinario cuestionado

Los concejales denunciaron la aplicación de una vía disciplinaria «expedita y desproporcionada», reservada para casos de extrema gravedad como corrupción o delitos flagrantes. «¿Cómo puede ser que se nos expulse por respetar los plazos administrativos y por actuar conforme a la legalidad?», se preguntaron.

Además, aseguraron que la dirección del partido ha cambiado su criterio en función de intereses internos y que la decisión de su expulsión busca evitar que continúen representando a sus votantes. «El PSOE es mucho más que quienes lo dirigen en este momento. Seguiremos siendo socialistas aunque intenten eliminarnos de la organización», sostuvieron.

Apoyo de la militancia y advertencia al partido

A pesar de la expulsión, los ediles aseguraron haber recibido numerosas muestras de apoyo de militantes, asociaciones vecinales y colectivos locales. También advirtieron de las consecuencias que esta crisis podría tener para el partido en Santiago de Compostela. «La desafección política que esto provoca es enorme. La ciudadanía ve cómo se priorizan estrategias internas sobre el respeto a la voluntad de los votantes», lamentaron.

La crisis en el PSOE compostelano sigue abierta y pone en jaque la estabilidad del grupo municipal socialista. Mientras los expulsados aseguran que seguirán trabajando por la ciudad, el partido deberá gestionar las consecuencias políticas de una fractura que amenaza con debilitar su posición en la capital gallega.