Óscar Rdez. Mallo, director de Fisela: «La cuesta de septiembre es mucho más dura que la de enero»

Redacción, 24 de septiembre de 2025. La vuelta al curso viene cargada de propósitos, y también de desafíos. Para empresas, autónomos y particulares, septiembre es mucho más que un mes puente: es el momento de poner en marcha la maquinaria antes del exigente cierre de año. Así lo ve Óscar Rodríguez Mallo, responsable de Fisela, una asesoría compostelana que se ha consolidado como referente en servicios integrales, desde lo contable hasta la transformación digital, pasando por la gestión jurídica o la formación.

En una entrevista radiofónica cercana y repleta de titulares, Rodríguez dejó clara la filosofía de la firma: “Lo que no queremos es que se pierda la esencia del trato personalizado”, a pesar de su crecimiento sostenido y la ampliación de servicios. Fisela no solo crece, sino que busca seguir siendo una firma de confianza donde “siempre haya alguien al otro lado para atender” a clientes con nombres y apellidos.

Para muchos, Fisela se ha convertido en ese socio estratégico con quien es más fácil atravesar la cuesta de septiembre, que Rodríguez define con humor y verdad: “La cuesta de septiembre se ha convertido en una cuesta bastante peor que la de enero”. ¿La razón? En septiembre se junta todo: el arranque del curso escolar, los pagos pendientes del verano y, para las empresas, el sprint final hacia el cierre fiscal y contable del año.

Más allá del despacho, Fisela también mira hacia fuera. Con el proyecto “Santiago en Vivo” como punta de lanza, la asesoría se ha comprometido con el desarrollo local a través de eventos empresariales, patrocinios deportivos —como el apoyo a la S.D. Compostela— y actividades que fomenten las relaciones entre empresas, instituciones y ciudadanía.

Una de las novedades más destacadas es el anuncio de un foro centrado en empleo y derecho laboral para noviembre de 2025. “Queremos poner encima de la mesa cuestiones como incapacidades, despido o nuevas normativas, con ponentes relevantes y propuestas útiles”, explicó Rodríguez, subrayando su intención de involucrar tanto al Concello como a la Xunta.

Pero quizás lo más revelador de la entrevista llegó al final, con una invitación directa al resto de profesionales del sector: “Llevamos años integrando servicios con otros despachos. Lanzo desde aquí el guante: vamos a sentarnos, ver qué sinergias podemos crear, qué podemos aportar unos a otros”. Lejos de ver la competencia como una barrera, Fisela apuesta por la colaboración como vía de crecimiento.

Y todo esto sin perder el toque humano. En palabras del propio Óscar: “Un porcentaje muy importante de nuestras empresas son amigos, vecinos, familiares. Aquí nos conocemos todos, y eso te obliga a dar lo mejor de ti”.

Con sus nuevas oficinas, su impulso al deporte local, sus foros empresariales y su cercanía inquebrantable, Fisela parece decidida a no ser solo una asesoría, sino una plataforma de acompañamiento empresarial integral, comprometida con el presente y futuro de Santiago de Compostela.