Mariola Sampedro, primera alcaldesa de Ribeira tras una tensa moción de censura

El apoyo del PP y del PBBI permitió desbancar al nacionalista Luis Pérez Barral en un pleno marcado por la tensión, los insultos y la división vecinal.

La popular Mariola Sampedro se convirtió este lunes en la primera alcaldesa de Ribeira, tras prosperar la moción de censura presentada por el Partido Popular y el Partido Barbanza Independiente (PBBI) contra el nacionalista Luis Pérez Barral (BNG). La iniciativa, aprobada con 13 votos a favor, puso fin al gobierno surgido de las elecciones municipales de 2023, en las que Pérez Barral había accedido a la Alcaldía con el apoyo del PSOE y del propio PBBI.

El pleno, que se prolongó durante casi tres horas, estuvo marcado por un ambiente de máxima tensión, con continuas interrupciones, reproches cruzados e insultos como “traidor” o “vendido”. El auditorio municipal, abarrotado con unas 300 personas, reflejó la división social ante el cambio de gobierno. Muchos vecinos tuvieron que seguir la sesión desde una pantalla en el exterior del edificio.

Entre el público se dejaron ver representantes de distintas fuerzas políticas, como la secretaria xeral del PPdeG, Paula Prado, los diputados populares Carmen Pomar, Alberto Pazos Couñago y Julio García Comesaña, así como los socialistas Aitor Bouza y Patricia Iglesias, o el diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego.

Sampedro abrió la sesión defendiendo la moción como un acto “legítimo, democrático y responsable”, al tiempo que apeló a “un cambio necesario para Ribeira”. Pérez Barral, visiblemente afectado, acusó a los impulsores de la moción de actuar por “intereses partidistas” y denunció presiones dentro del PBBI. La edil Tania Redondo, que abandonó el grupo independiente y votó en contra, aseguró haber sufrido “acoso y coacciones” para respaldar la iniciativa.

El momento más tenso llegó durante la intervención del portavoz del PBBI, Vicente Mariño, que fue recibido entre abucheos y gritos de “Judas” y “traidor”. La presidenta de la mesa llegó a pedir la intervención de la Policía Local para desalojar a una asistente. Mariño justificó la moción alegando “incumplimientos reiterados” del BNG y acusó al anterior gobierno de “actuar de forma unilateral y sectaria”.

Finalmente, con el respaldo conjunto del PP y parte de los independientes, la moción salió adelante. Pérez Barral se despidió “con la cabeza alta”, defendiendo que “la dignidad de Ribeira no se vende” y asegurando que “nunca haría una moción por intereses personales”.

Ya investida, Mariola Sampedro prometió ejercer el cargo con “lealtad, trabajo y honestidad”, comprometiéndose a “mirar a la gente a los ojos, con franqueza y sin trincheras políticas”. Emocionada, concluyó su intervención destacando que “no hay honor más grande que ser alcaldesa del lugar donde una nace”.