Vuelven a denunciar tensión en Urgencias del CHUS con pacientes graves en los pasillos

El complejo hospitalario del CHUS está enfrentando una crisis en sus servicios de urgencias, a pesar de una disminución en la demanda de atención médica. El día 12 de diciembre, se encontraron 24 pacientes graves amontonados en los pasillos de la unidad, generando una situación alarmante.

A pesar de las denuncias públicas y el impacto físico y emocional que esto representa para los pacientes, los servicios de urgencias del CHUS permanecen en un estado de colapso constante. Los días 9, 10 y 12 de diciembre, las condiciones en estas áreas alcanzaron niveles especialmente preocupantes, mostrando la sobrecarga que enfrentan.

El 12 de diciembre, a las 15:00 horas, 17 pacientes graves esperaban ser atendidos en los pasillos, algunos en sillas de ruedas y camillas, sin poder acceder a los espacios destinados para su atención. Sorprendentemente, 46 pacientes que ya tenían asignada una cama ocupaban los espacios destinados para emergencias. A las 16:00 horas, todavía había 24 pacientes en los pasillos y áreas adyacentes, sin recibir atención inmediata.

Esta situación compromete gravemente el derecho a la dignidad e intimidad de los pacientes en los pasillos y representa un riesgo para su salud al no recibir la atención adecuada. Resulta alarmante que en estos pasillos se hayan producido fallecimientos de personas que debieron ser atendidas en lugares apropiados. Este incumplimiento del artículo 52.3 de la Ley de Salud de Galicia resalta la urgencia de una atención inmediata en casos críticos.

A pesar de una demanda aparentemente menor, con solo 443 personas atendidas en las últimas 24 horas, en comparación con las 521 atendidas en días equivalentes de diciembre de 2022, esto refleja una capacidad reducida de respuesta por parte del hospital. Mientras pacientes y profesionales sufren esta situación, la tasa de ocupación de camas es del 56%.

El maltrato a los pacientes y la presión sobre los profesionales son problemas evidentes en el servicio de urgencias. Sin embargo, la raíz del problema radica en la gestión, que no provee los recursos humanos y materiales necesarios para trasladar a los pacientes a las áreas de hospitalización, liberando así espacio para atender a los casos graves que esperan ser atendidos. Además, los centros de salud de atención primaria en la zona enfrentan una carga de trabajo cada vez mayor, con esperas para consultas presenciales que van de 6 a 17 días, convirtiendo las urgencias en el destino final para muchos pacientes.

Esta crisis demanda una acción inmediata por parte de la administración hospitalaria y las autoridades de salud, no solo para resolver la situación crítica en las urgencias, sino también para aliviar la presión sobre los profesionales y garantizar un tratamiento digno y adecuado para todos los pacientes que buscan asistencia médica.